Lleva años en primera línea de la industria musical, ha tenido su propia serie de televisión y sus fans se cuentan por millones en todo el mundo. No obstante, no fue sino hasta hace unos pocos días que Miley Cyrus ganó sus primeros dos Grammys: mejor actuación en solitario y mejor disco del año por Flowers.
Esta clara injusticia tenía enfadados desde hace tiempo a sus fans. No obstante, la noticia de que finalmente Miley iba a poder exhibir en sus estanterías el preciado gramófono dorado quedó totalmente ensombrecida por otro hecho que llamó mucho más la atención. Lo que realmente hizo temblar los cimientos de sus clubes de fans, de las cuentas tributo a la artista en redes sociales y de las redacciones de la prensa sensacionalista de Estados Unidos sucedió durante el discurso de aceptación del segundo de los premios. “Gracias a todos los que están en este escenario en este momento. Tom, Tyler, Michael y Greg. Nuestros equipos, mi equipo, Crush, Columbia, mi mamá, mi hermana, mi amor, mis gays porque ¡mirad qué guapa estoy! Creo que no me he olvidado de nadie, aunque quizá me he olvidado de ponerme ropa interior. ¡Adiós!”, agradeció la artista, haciendo gala de su habitual sentido del humor. La sala estalló en aplausos, animada por la broma, y quizá muchos de los presentes no se dieron cuenta pero sí, sí que se había olvidado de alguien. Nada menos que de su padre, Billy Ray. ¿Qué estaba pasando? Lo cierto es que tampoco era la primera vez que las tiranteces dentro de la familia Cyrus salen a la luz, aunque sea de forma velada.
“Tengo una relación íntima y cercana con mi familia”, declaró Miley en 2021 a la edición británica de la revista Vogue. “Pero como en todas las familias, también es compleja”. Miley no entró en muchos más detalles en esa entrevista pero, como después supimos, la familia no estaba pasando por una buena época, debido fundamentalmente a la difícil relación entre sus padres. Unos problemas que venían de hacía tiempo y que también, como veremos, están relacionados con el discurso de los Grammy.
Billy Ray Cyrus y Tish Cyrus (la madre de Miley) se conocieron en 1991 en un bar. Solo faltaba un año para que él se convirtiera en una estrella internacional, responsable de llevar la música country, un género al que habitualmente no se le presta nada de atención fuera de Estados Unidos, a los primeros puestos de las listas de medio mundo. Achy Breaky Heart cambió todo eso, pero por aquel entonces, la vida de Billy distaba mucho de ser perfecta: estaba pasando una época lamentable, vivía en su coche y nada hacía presagiar el éxito que le esperaba.
Tish, tenía por entonces ya dos hijos de una relación anterior, Brandi y Trace, y había dejado de beber. Fue precisamente este detalle lo que más atrajo a Billy Ray, a quien sus experiencias con el alcohol y las adicciones, tanto personales como familiares, le resultaban muy traumáticas. Miley fue su primera hija en común, nació en 1992, solo unos meses antes de que la pareja se diera el sí quiero y empezaran una nueva vida juntos, ya con una cuenta corriente muy saneada tras el éxito de su primer sencillo, en una granja de Tennessee. Allí nacieron sus otros dos hijos, Braison (1994) y Noah (2000).
Desde muy pequeña quedó claro que Miley tenía algo especial y estaba dispuesta a seguir los pasos de su padre en el mundo del espectáculo. La oportunidad llegó cuando acababa de cumplir los 11 años. Miley acudió a las audiciones para una nueva serie de televisión que se emitiría en Disney Channel y que acabaría siendo Hannah Montana. Al principio, Miley aspiraba a interpretar el papel de la mejor amiga de Hannah, Lilly, pero acabaron ofreciéndole el papel principal debido a sus cualidades como cantante y bailarina.
Por aquel entonces, la carrera musical de Billy Ray no pasaba por su mejor momento. Achy Breaky Heart quedaba ya muy lejos en el tiempo y, tras aquel éxito, los fans del country se habían olvidado un poco del cantante. Quizá fue precisamente por aquella sensación de desazón con la fama que, cuando surgió la oportunidad para Miley, su padre se opuso a que se convirtiera en actriz. En una entrevista concedida en 2013 por la artista a la revista Rolling Stone, la estrella del pop se refirió al tema justificando, en parte, el comportamiento de su progenitor. “Creo que no quería que sufriera ningún tipo de rechazo en mi vida”, comentó Miley. “No quería que la industria acabara haciéndome daño”. Esa fue quizá la primera vez que padre e hija chocaron.
Todo lo contrario pasó con Tish. La madre de la futura Hannah Montana vio en esta oportunidad de su hija un reflejo de las que ella había dejado pasar en su juventud, cuando aspiraba a ser bailarina, a causa de la ansiedad. “Mi madre nunca se había atrevido a dar el paso, así que quería que yo sí tuviera la oportunidad de seguir una carrera artística. Yo también sufro de ansiedad”, confesó la artista, “pero ella no quería que me frenara de la misma forma que le había pasado a ella”.
De cualquier modo, esta primera grieta en la relación de Miley y su padre no fue a más. Todo siguió igual entre ellos y, de hecho, Hannah Montana contribuyó a reflotar la carrera de su padre. Tras el fichaje de Miley, Disney contactó con Billy Ray para que interpretara en la ficción al padre del personaje de su hija, Robby Ray Stewart. El cantante tuvo sus dudas porque no quería entrometerse en el programa de su hija, pero ambos tenían una química natural en pantalla y finalmente aceptó el papel.
Como todo el mundo sabe, la serie fue un éxito absoluto y convirtió a Miley en una estrella infantil. Gracias a este éxito, Billy volvió también a la primera línea de la actualidad, participó en una temporada de Dancing with the stars y publicó un nuevo disco de country que tuvo un éxito importante. Home at Last, editado nada menos que por Walt Disney Records, le vinculó todavía más a la multinacional californiana.
“Esta serie ha destruido a la familia Cyrus”
Los problemas entre Miley y su padre se fueron larvando durante la emisión de Hannah Montana entre 2006 y 2011. El dinero y la fama inundaron la vida familiar conforme la artista se iba haciendo mayor. El matrimonio de Billy y Tish también se resintió de todos estos cambios y, de hecho, en 2011 iniciaron los trámites de divorcio.
Billy Ray abandonó la casa familiar en Los Ángeles y se trasladó a vivir solo a su antiguo rancho. Era un hombre totalmente devastado, según se aprecia en un artículo publicado a principios de aquel año en la edición estadounidense de la revista GQ, titulado nada menos que “Mr. Hannah Montana’s Achy Broken Heart” (El corazón roto y doliente del señor Hannah Montana).
“Entrar en esta industria es una autopista hacia la oscuridad”, afirmaba el cantante, que reconocía literalmente, a preguntas del periodista, que su familia estaba siendo atacada por Satán. “Siempre ha habido una batalla entre el bien y el mal. Siempre la habrá. Piensas: ‘Esta es una oportunidad para entretener, para reunir a las familias...’, y mira en lo que se ha convertido. El programa destruyó a mi familia. Así te lo digo: el maldito programa destruyó a mi familia”. En la misma pieza el cantante expresaba su deseo de que la serie nunca hubiera existido.
Billy Ray estaba claramente en el pozo y así quedó inmortalizado en esta entrevista. Por si esto fuera poco, el momento coincidió con la filtración de un vídeo grabado en el decimoctavo cumpleaños de Miley en el que la cantante aparecía fumando de una pipa de agua lo que todo el mundo pensó que era marihuana (a pesar de que finalmente se aclaró que era salvia).
Al ver las imágenes, Billy había tuiteado: “Lo siento chicos. No tenía ni idea. Acabo de ver con mis propios ojos las imágenes. Estoy tan triste. Esto ya se ha salido de mi control”. Pero cuando todo parecía perdido, la demanda de divorcio se retiró y la familia volvió a unirse.
“Os pedimos respeto en este momento”
Las cosas nunca volvieron a ser iguales dentro de la familia Cyrus desde aquel momento. A pesar de que durante unos años todo parecía haberse calmado, en 2013 Tish volvió a presentar una demanda para divorciarse de Billy. “Se trata de un asunto personal y estamos trabajando para encontrar una solución que sea la mejor para nuestra familia. Os pedimos respeto en este momento”, explicó Tish en un comunicado a la prensa.
Mientras, la carrera de Miley se elevaba como un cohete, aumentando su número de fans y también de detractores gracias a escándalos como su tórrida y célebre actuación en los MTV Video Music Awards junto a Robin Thicke.
El divorcio volvió a cancelarse solo un par de meses después de haberse presentado y durante unos años todo pareció volver a funcionar para el matrimonio. No obstante, en estas idas y venidas, es fácil suponer que la distancia entre Miley y sus padres se fuera ampliando, un hecho que nos lleva directamente al momento en el que la artista dejó de seguir a su padre en Instagram.